ÁGORA DEL PENSAMIENTO
CUANDO SE TIENEN ESCARCEOS CON LA AMABILIDAD Y CERCANÍA SE ESTÁ PRÓXIMO A LA DESAUTORIZACIÓN, PUESTO QUE UNOS SUELEN CONFUNDIR CIERTAS POSTURAS CON UNA LATENTE DEBILIDAD
Antes de ir desglosando mis pareceres, estimo oportuno refrescar el intelecto exponiendo ,a sutiles rasgos, el origen etimológico de un palabro muy desfigurado a la par que denostado en nuestros días: Autoridad. Buceando en sus diversas acepciones, algo reiterativas y superfluas, me percaté de que su origen etimológico no se haya presente en muchas de ellas o solo de soslayo se deja entender. La palabra AUTORIDAD proviene del término latino AUGERE, que significa “hacer crecer”. Por ello, toda persona investida de autoridad tiene la capacidad de, ya sea por sus conocimientos, acciones, o valores , hacer crecer a los individuos que tiene a su alrededor, despertando simpatías, admiraciones y estilos. Nos referimos, sin duda, a la autoridad moral. Pero en nuestro tiempo esta verdadera autoridad, ha sido paulatinamente desplazada y confundida con una autoridad oscura y, hasta cierto punto, perversa como es el autoritarismo o una autoridad impositiva e impostada por personas que no reúnen ciertas capacidades nobles para despertar,de forma natural, la identificación ajena. La autoridad moral se hace tímida y entra en una crisis de identificación importante. Los portadores de la autoridad moral son conocedores de que serán considerados por la mayoría como autoritarios o autoridad impostada e impositiva. Hace unos meses, la Policía Nacional realizo un evento para celebrar que este organismo de prestigiosa autoridad, todo hay que decirlo, alcanzo más de un millón de seguidores en twitter. No faltaron las fotos, los desfiles de diversas unidades de la policía y una vistosa pancarta como agradecimiento. El director de la policía, Ignacio Cosidó, afirmó que todo ello es gracias a la cercanía y amabilidad con la que las autoridades policiales se relacionaban con la ciudadanía. Todo ese aire festivo y el buenismo de los argumentos esgrimidos esconden un complejo de autoridad nada desdeñable. Le ocurrió al género literario por excelencia, la novela, cuando al querer “ acercarse” a las preferencias adocenadas de los lectores, perdió calidad y a su vez autoridad, y así surgió el best seller.
Situación muy parecida le está ocurriendo a la Policía Nacional, cuando considera importante atender a las demandas sociales amodorradas de la sociedad internauta. Yo no pido que la policía sea amable y cercana cuando me pida la documentación de mi coche. De esta forma su autoridad moral entraría en aguas movedizas en punto de ebullición. Cuando se tienen escarceos con la amabilidad y cercanía se está próximo a la desautorización, puesto que unos suelen confundir ciertas posturas con una latente debilidad.
